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Los juguetes de madera han sido los primeros compañeros de juegos de los niños desde tiempos inmemoriales. La reproducción en madera de la naturaleza circundante y de los animales que acompañaban las actividades de los hombres, ha producido bellos objetos, algunos conservados a lo largo de los siglos.

El caballo siempre fue uno de los compañeros más leales y útiles del hombre. La tradición sueca le ha dado una gran importancia, y la empresa Grannas se ha encargado de mantener la tradición de producir caballos de madera decorados desde principios del siglo XX.

Los caballos de madera Dala producidos en Grannas son el resultado de un proceso que utiliza algunas máquinas, pero más que nada es el fruto de un proceso manual, de técnicas artesanales que se han pasado de generación en generación. Cada una de las piezas es única y en el taller pueden identificar al artesano que la realizó.

Grannas A. Olsson, el nombre completo de la compañía, es una empresa familiar manejada por la tercera generación a partir de sus fundadores.

Los caballos de madera de pino se producen en tamaños que van de los 10 mm a los 75 cm. Estos últimos permiten que los niños se suban a ellos. El proceso de elaboración se completa con la pintura manual de las piezas que les da el carácter típico de esta región de Suecia. Los colores brillantes y las flores recuerdan el folclore de esta zona.

Para conocer más sobre la historia de esta empresa y recorrer los diferentes productos se puede acceder a su página Web, con textos disponibles en sueco y en inglés.